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Efecto del toltrazurilo por vía parenteral desde la lactación hasta el final del engorde: Rendimientos

Frecuencia de detección de diversos patógenos principales en lechones que recibieron dos vacunas distintas frente a Mesomycoplasma hyopneumoniae
Frecuencia de detección de diversos patógenos principales en lechones que recibieron dos vacunas distintas frente a Mesomycoplasma hyopneumoniae
24 julio, 2024
Crecimiento y mortalidad en lechones tratados con toltrazurilo parenteral y hierro
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5 agosto, 2024
Frecuencia de detección de diversos patógenos principales en lechones que recibieron dos vacunas distintas frente a Mesomycoplasma hyopneumoniae
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5 agosto, 2024
 

G. Ramis1,2, A. Vela3, F. Murciano1, B. Gonzalez-Guijarro1, L. Martínez-Alarcón2, A. Cuellar- Flores1, D. Espigares4, D. Sperling4

1 Dpto. de Producción Animal. Facultad de Veterinaria, Universidad de Murcia, España; 2 Instituto Murciano de Investigación en Biomedicina (IMIB), Murcia, España; 3 Dpto. Producción Animal. Facultad de Veterinaria. Universidad de Murcia, España; 4 Ceva Animal Health, Francia

guiramis@um.es

HHM-PP-76. IPVS & ESPHM 2024




 

Introducción

La cistoisosporiasis sigue siendo la principal parasitosis que afecta a los lechones lactantes a nivel mundial. A pesar de la prevención de la enfermedad a lo largo de los últimos 30 años gracias a las medidas de manejo, la higiene y la administración rutinaria de toltrazurilo a los lechones recién nacidos, la prevalencia de los parásitos en las poblaciones porcinas sigue siendo elevada. La administración de toltrazurilo se efectuaba típicamente por vía oral hasta que aparecieron en el mercado preparados comerciales por vía parenteral. El objetivo de este estudio fue evaluar el rendimiento durante la lactación, la transición y el engorde de un lote de lechones al que se administró Forceris (Ceva Santé Animale, Francia).


Materiales y métodos

El ensayo se llevó a cabo en la granja docente veterinaria de la Universidad de Murcia. Noventa y dos lechones fueron asignados al grupo control, que no recibió toltrazurilo ni por vía oral ni parenteral (grupo CON), y 90 lechones recibieron ForcerisTM (grupo F) por vía parenteral en los primeros 3 días de vida. Se pesó a los lechones al nacer (PN), en el destete (PD), al inicio del engorde estandarizado a los 50 días de edad (PE50d) y al final del engorde estandarizado a los 171 días de edad (PE171d). Se calculó la ganancia media diaria de peso durante la lactación (GMD_L), la transición (GMD_Tr) y el engorde (GMD_E), así como la GMD total (GMD_T).

 


Resultados

No se observaron diferencias en el PN (CON=1,52 frente a F=1,49, p=0,490), ni en el PD (CON=4,9 frente a F=4,9, p=0,975). Sin embargo, se halló una diferencia significativa en el PE_50d (CON=23,0 frente a F=26,7, p&lt;0,001) y el PE_171d (CON=98,8 frente a F=104,8, p=0,003). En cuanto al crecimiento, se hallaron diferencias en la GMD_Tr (CON=0,402 frente a F=0,485, p<0,001) y la GMD_T (CON=0,569 frente a F=0,604, p=0,003), pero no en la GMD_L (CON=0,135 frente a F=0,137, p=0,712) o la GMD_E (CON=0,785 frente a F=0,800, p=0,215).

 


Discusión y conclusión

La principal diferencia hallada en este estudio no se produjo durante la lactación, como descrito en estudios previos, sino en la transición, lo que apunta a una infestación tardía por Cystoisospora suis, la cual se confirmó durante el ensayo. Sin embargo, la diferencia que se observó durante la transición se mantuvo en el engorde y no se produjo un crecimiento compensatorio en los animales control o, al menos, no igualó la diferencia entre los grupos. En conclusión, la administración de toltrazurilo por vía parenteral en las condiciones de este estudio puede traducirse en la venta al matadero de hasta cinco kilos más de carne por animal tratado.